jueves, 22 de septiembre de 2016

LÁGRIMAS EN EL CAFÉ DOMÍNGUEZ.







                                                Lágrimas en el Café Dominguez de Paraná y Corrientes donde Paquita Bernardo ejerciera como bandoneonista. Circunstantes porteños y porteñas esperando escuchar a las orquestas, café por medio y, promediando las tardes, cuando el sol comenzaba a ocultarse al fondo de Corrientes angosta, algún vino noble, un cognac en el invierno y un brillante champagne. Ella lloraba, compungida, triste, dolorida, maravillosamente enamorada de su Eduardo que, frente a ella, el semblante contracturado, le anunciaba su partida definitiva hacia el otro lado del Océano. París era su destino. Corría el año 1922 y Eduardo Arolas se embarcaba hacia Francia. 
- No llorés Alice, vuelvo pronto. Será como un viaje a Montevideo.
- Uno más.
- Uno más ¡Mozo! Traiga otra caña.
- Ya tomaste bastante Eduardo.
- No te procupés.
- Me dejás a mí y lo dejás a Rafael.
- ¿A quién, a Iriarte? No, él me impulsa tanto como yo a él
- Verdad, no? Desde que salían a caminar la provincia.
- Sí, desde entonces, desde mis tiempos de guitarra con mi hermano José en los bodegones de Barracas. Pero después que me puse a estudiar bandoneón con "Muchila", Ricardo González, vos no lo conociste, después estudié tres años con José Bombig y lo perdí . . .
- Me das miedo
- ¿Por qué?
- Te apurás demasiado, sobre todo con la música.
- Otros se han apurado con mi vida.
-¿Qué querés decirme Eduardo?
- Vos lo sabés. Me fui a Montevideo para olvidar.
- Bueno, tenés que olvidarte de verdad.
- Es fácil decirlo pero muy difícil conseguirlo. José Enrique era, fue, ya no es, mi hermano. Él me enseñó a rasgar la viola y desde entonces creo que sólo la música me ayuda ¿Sabés? Yo lloro, como vos ahora, pero mucho más, lloro a través de mi música. No lloré con "Una noche de garufa" ni con "La guitarrita" o "Nariz" o "Retintín". Pero sí a partir de "La cachila" o, propiamente "Lágrimas" o "Comme ill faut".
- Vos te enredás con todos Eduardo, sos un caso, yo te amo ¿Qué vas a hacer allá, en París, solo?
- Actuar en cabarets querida, soy el tigre del bandoneón, no te olvidés
- Sí, y como tigre rompiste unos cuantos 
- Exactamente tres, contando los que se me deshicieron entre las manos, bah, zarpas, jajaja!!!
Arolas partió para nunca regresar, a sus 32 años, el 29 de septiembre de 1924 murió en París de una grave afección pulmonar,  había nacido el 24 de febrero de 1892, dejaba más de cien títulos.

Amílcar Luis Blanco

Tango "Cafe Dominguez" by Osvaldo Zotto and Lorena Ermocida